18 febrero, 2010

Dictadura y totalitarismo en Venezuela -Parte II

En la primera parte de esta serie, nos referimos al aspecto político de los sucesos en Venezuela. Dado que el poder político lo ejerce una sola persona y ese poder es ilimitado, concluimos que en Venezuela existe una dictadura encubierta, en camino al totalitarismo. Como indicamos, el Sr. Hugo Chávez controla prácticamente todas las instituciones políticas como el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, las Fuerzas Armadas y el Consejo Nacional Electoral, entre otras. El camino al totalitarismo del Sr. Chávez es posible sólo si, además de las instituciones políticas, monopoliza el poder económico en sus manos.  En esta parte de nuestra serie nos referimos al aspecto económico del régimen del Sr. Chávez en Venezuela, dado que tiene un impacto tanto en el aspecto político como en lo social.

La libertad económica le da sustento a las libertades políticas y civiles, en la medida que las personas pueden elegir sus propios destinos, intercambiar y relacionarse con los demás, sólo si se respeta el derecho a la propiedad privada.  En este sentido, Juan Pablo Duarte entendía que uno de los derechos fundamentales para que una sociedad fuese genuinamente libre era el derecho a la “propiedad de los individuos”, como se lee en su proyecto de Ley Fundamental o Constitución.  Para Duarte, el derecho a la propiedad privada era uno de cuatro pilares fundamentales para el ordenamiento de una sociedad libre; los demás derechos fundamentales que menciona son los derechos a la vida, la libertad y el honor.

Desde el punto de vista económico, el Sr. Chávez ha ido centralizando el poder en sus manos, similar a lo que ha sucedido desde el punto de vista político.  En este sentido, el Sr. Chávez politizó el Banco Central de Venezuela y la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) como parte de su estrategia de centralizar todo el poder.  En adición al control y politización de la emisión de la moneda local, el Sr. Chávez ha controlado el intercambio del Bolívar con monedas extranjeras, imponiendo precios ficticios en los tipos de cambio, que distorsionan la asignación de recursos escasos en la economía.

El Sr. Chávez ha nacionalizado múltiples empresas y, constantemente, propiedades privadas se ven afectadas para engrosar el poder de este déspota.  Se estima que en los 11 años en el poder, el Sr. Chávez ha afectado 40,000 propiedades privadas que incluye desde pequeñas parcelas hasta grandes empresas, cuyos propietarios no han sido compensados por el valor de mercado.  Cada día que pasa esta política toma mayor fuerza y dimensiones.  En el 2007, el Sr. Chávez estatizó la Electricidad de Caracas, la CANTV (principal proveedor de servicios de telecomunicaciones) y la Franja del Orinoco (extensa zona petrolera de Venezuela); las norteamericanas Exxon  Mobil y Conoco se retiraron cuando se planteó formar empresas mixtas por la falta de seguridad jurídica.  En el 2008, se estatizaron las cementeras Cemex (mexicana), Holcim (suiza) y Lagafe (francesa); también, la Siderúrgica del Orinoco (italo-argentina en 60%) y el Banco de Venezuela (del grupo español Santander).  En los últimos tres meses el régimen del Sr. Chávez ha intervenido, cerrado o nacionalizado 11 bancos y ha intervenido seis empresas operadoras del mercado de valores. Sólo el pasado 17 de enero el Sr. Chávez nacionalizó la cadena de supermercados Éxito (de capital francés, colombiano y venezolano) bajo la excusa que estaban especulando con los precios.  Estos son sólo algunos ejemplos de la violación a los derechos de propiedad que suceden a diario en Venezuela.

El Sr. Chávez ha restringido la capacidad de los venezolanos para intercambiar libre y voluntariamente, ha impuesto controles de precios y controles cambiarios para supuestamente limitar los incrementos de precios, y ha restringido el movimiento de mercancía y de capitales privados hacia y desde Venezuela.  Con la estatización de los bancos e instituciones financieras, el Sr. Chávez tiene el control del crédito; decide hacia qué sectores se dirige y quién tiene acceso al crédito.  Como es de suponer, la dirección del crédito se ha politizado y sólo los que apoyan al régimen tienen acceso al crédito.  Obviamente, el principal beneficiado es el régimen del Sr. Chávez, dado que los déficit fiscales se financian con ese crédito.

A pesar de todas las medidas y la expropiaciones de empresas de alimentos y servicios públicos, la escasez de productos y servicios básicos está más presente que nunca en Venezuela.  Las medidas del Sr. Chávez han provocado que la inflación haya sido de 25% en el 2009, según cifras oficiales.  Con la escasez que se presenta en la actualidad y con el nivel de politización de las instituciones públicas, podemos suponer que la inflación fue mucho mayor de lo que ha reportado el Banco Central de Venezuela. Está claro que en la medida que se profundiza el asalto a la propiedad privada, la situación se agrava.

En la actualidad existe racionamiento de agua y energía eléctrica en Venezuela.  Siendo un país petrolero, uno pensaría que no habría problemas de energía eléctrica.  Sin embargo, en Venezuela los apagones son parte del diario vivir y el panorama no debe ser extraño para los dominicanos.  Para el 2008, en Venezuela no había déficit en capacidad de generación pues se producían unos 22,500 megavatios y la demanda pico rondaba por los 16,000 megavatios.  Sin embargo, una tercera parte de la energía se pierde entre ineficiencias y robos; de la mitad que se distribuye, se factura sólo el 50% y sólo la mitad de las facturas se pagan realmente.  Más aún, el servicio de energía eléctrica es subsidiado, pero el gobierno no paga a tiempo esos subsidios por problemas fiscales.  Junto a la ineficacia gerencial por la politización de las empresas eléctricas, no existen inversiones para el mantenimiento, modernización ni para la expansión de las redes eléctricas. 

Cualquier economista sabe que el nivel de producción de un país depende del nivel de inversiones.  En la medida que se producen inversiones de capital en una economía, la productividad de los trabajadores aumenta y, en consecuencia, el nivel de ingreso se incrementa.  Lo que está sucediendo en Venezuela es todo lo contrario; es decir, existe una des-inversión en la economía venezolana.  Las empresas establecidas están abandonando el país, fábricas están cerrando y los capitales están saliendo de Venezuela.  El simple hecho de no reponer inversiones para mantener bienes de capitales funcionando óptimamente indica que hay des-inversión en una economía.  Es decir, si no se invierte por lo menos en la depreciación de maquinarias y equipos, implica que se está reduciendo el “stock” de capital y, por consiguiente, la capacidad de producción.  La falta de seguridad jurídica y la violación a los derecho de propiedad son las principales causas por lo cual la inversión se está reduciendo y no hay incentivos de que se generen nuevas inversiones en Venezuela.  En consecuencia, el nivel de ingresos de los Venezolanos se ha reducido y, junto con la escasez y la inflación, la calidad de vida se deteriora día a día.


En resumen, el régimen del Sr. Chávez se ha encargado de limitar la propiedad privada y monopolizar el poder económico para alcanzar su objetivo de controlar a Venezuela en su totalidad.  Como siempre, la excusa es que se trabaja para beneficiar al pueblo, pero quienes salen más perjudicados son las grandes mayorías.  Sólo la minoría en el poder o que apoya al régimen del Sr. Chávez se benefician.  La libertad económica implica una descentralización de las decisiones económicas, que apoya las libertades políticas y civiles en una sociedad.   En la medida que el sector privado se expande y se democratiza el poder económico, las organizaciones civiles pueden obtener financiamiento independientes de las decisiones políticas y del Estado. Esto es lo que el Sr. Chávez no acepta, por lo que restringe al sector privado en el proceso de llevar a Venezuela al totalitarismo.  Los ideales de Juan Pablo Duarte son radicalmente opuestos a lo que hace el Sr. Hugo Chávez en Venezuela, en la medida que deben respetarse los derechos a la vida, la libertad, el honor y la propiedad de los individuos para alcanzar una sociedad libre.

06 febrero, 2010

Dictadura y totalitarismo en Venezuela -Parte I


Desde hace 11 años Venezuela vive un proceso de consolidación del poder político y económico en manos Hugo Chávez, limitando las libertades civiles para alcanzar esos fines.  Como todo régimen totalitario, el Sr. Chávez ha apelado al nacionalismo extremo y ha denunciado las potencias extranjeras, principalmente “el imperio yanqui”, como culpables de la desgracia que hasta el momento de su llegada al poder vivía Venezuela.  Sin embargo, los responsables del destino de cada Nación hay que buscarlos a lo interno y no fuera de sus fronteras.  Por otro lado, la violación a los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad privada es un requisito previo a toda concentración del poder en manos de unos pocos en cualquier sociedad.

Venezuela vivía un proceso de deterioro importante desde el punto de vista político y económico durante décadas antes de que Chávez llegara al poder.  Desde principios de los 80s, los precios del petróleo disminuyeron, luego del “boom” petrolero de los 70s.  Las ventas de petróleo en el exterior representaban un 70% de sus exportaciones y un 65% de los ingresos fiscales.  La reducción de los ingresos petroleros y políticas económicas populistas llevadas a cabo por los dos partidos que se repartieron el poder político durante casi tres décadas (COPEI y Acción Democrática) implicaron que la situación económica y social se tornara insostenible.  En consecuencia, se presentaron desequilibrios económicos importantes y la deuda externa se incrementó sensiblemente, al tiempo que la pobreza y la inequidad se profundizaban. 

Este deterioro político, económico y social en Venezuela fue posible porque no se implantó un Estado de Derecho o Imperio de la Ley donde se respetaran los derechos individuales a la vida, la propiedad privada y la libertad.  Por el contrario, el poder se repartía entre unos pocos grupos que se beneficiaban de la corrupción administrativa y gozaban de privilegios irritantes a expensas de las mayorías.  En una coyuntura de gran debilidad institucional y económica, en Venezuela fue posible que surgiera un líder como el Sr. Hugo Chávez.

Desde el punto de vista político, el Sr. Chávez ha centralizado el poder a través del control del Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, las Fuerzas Armadas, el Consejo Nacional Electoral, la empresa petrolera PVDSA, el Banco Central y casi todo el gasto público.  Para estos fines el Sr. Chávez cambió la Constitución de Venezuela, que incluyó el cambio de nombre de ese país, ha utilizado la figura del Referéndum para buscar la reelección presidencial, y ha utilizado el gasto público a su antojo para comprar conciencias y mantenerse en el poder a cualquier costo.

Los incrementos de precios del petróleo en años recientes trajeron más municiones al Sr. Chávez para lograr sus propósitos de centralizar el poder político y económico, y preparar el camino para convertirse en un dictador.  Por otro lado, la corrupción en el régimen autoritario del Sr. Chávez ha sido galopante, se ha utilizado para la concentración del poder, y parecería que excede la corrupción que en años anteriores a su régimen; además, el narcotráfico parece haber encontrado un refugio en ese régimen. Ver informe sobre corrupción de Venezuela “De Petroestado a Narcoestado: La corrupción política en la Venezuela de Hugo Chávez” preparado por una ONG venezolana, CEDICE; en http://www.elcato.org/pdf_files/gcoronel-corrupcion-venezuela.pdf .

En diferentes escenarios hemos visto cómo los conceptos de democracia y elecciones por medio de sufragios universales se confunden con el término de libertad.  En este sentido, el hecho de que exista un proceso donde los ciudadanos acudan a emitir un sufragio no implica que exista libertad en una sociedad.  Los dominicanos conocemos bien este asunto y cómo se manejan las elecciones para aparentar abiertas y transparentes.  El General Rafael Leonidas Trujillo llegó al poder por medio de elecciones, con una Junta Central Electoral integrada por miembros favorables al candidato Trujillo; esto, luego de que sus miembros legítimos renunciaran en pleno, diez días antes de las elecciones por el ambiente de terror que se había implantado.  También, vivimos episodios de elecciones con sufragios supuestamente abiertos y transparentes en los 70s que no eran más que pantallas.

La libertad se da cuando todo ser humano en una sociedad tiene la capacidad de determinar sus propios fines, elegir los medios que le parezcan los más adecuados para alcanzar sus objetivos y actuar en consecuencia, siempre y cuando no viole los derechos individuales de los demás.  Se supone que el Estado sea un ente que debe impartir, cumplir y hacer cumplir las leyes para que exista un orden social espontáneo donde cada quien viva de acuerdo a sus propósitos.  En esto, se otorga ciertos poderes,  autoridad y mando con facultades de coerción al Estado para mantener ese orden social, velando por la seguridad jurídica e impedir la violación de los derechos individuales por elementos antisociales.

Por otro lado, una democracia es realmente funcional sólo cuando se respetan los derechos individuales de los ciudadanos y el sufragio se ejerce libre de injerencias y presiones políticas, de la corrupción y del chantaje.  De lo contrario, unas elecciones  pueden servir sólo de pantalla para consolidar un poder que no sea legítimo, aunque fuese legal.  Como nos enseñó Juan Pablo Duarte, es importante que exista peso y contrapeso en la distribución de poder en el Estado.  Para estos fines, los poderes deben distribuirse en diferentes ramas, limitando la capacidad de discrecionalidad de los gobernantes, del abuso y la concentración del poder en pocas manos.  De lo contrario, se corre el riesgo de que se centralice el poder político y unos pocos gocen de privilegios irritantes a expensas de las mayorías.

Cuando el ente que tiene el poder y la autoridad con facultad de coerción se ejerce por una sola persona y es quien viola los derechos de propiedad, las leyes, utiliza la corrupción y restringe las libertades políticas, económicas y civiles de los ciudadanos, estamos hablando de una dictadura.  No importa si utiliza elecciones con sufragios universales para mantenerse en el poder, que la mayoría de las veces no son realmente abiertas y transparentes; cuando se dan estas características, estamos en presencia de un régimen autoritario. 

El pasado día 4 de Febrero del año en curso, el Sr. Hugo Chávez celebró el 18avo aniversario del fallido intento de Golpe de Estado que este mismo lideró en 1992.  Anunciando ese día como el “Día de la Dignidad Nacional” y que el socialismo se consolidaría en el año 2030, el Sr. Chávez deja ver sus intenciones de perpetuarse en el poder mientras vida tenga.  En Venezuela, el poder se concentra en manos de un solo hombre, el poder es ilimitado y se ejerce discrecionalmente. En consecuencia, estamos en presencia de una dictadura encubierta y un régimen que va en camino al totalitarismo.