21 abril, 2010

Fundamentos Ideológicos del Pensamiento Duartiano

Juan Pablo Duarte vivió experiencias y obtuvo conocimientos en el transcurso de su vida que muy pocos habitantes de la Isla de Santo Domingo tuvieron la oportunidad de alcanzar en su época.  Luego de finalizar la escuela secundaria, Duarte se vio imposibilitado de cursar estudios superiores debido a que el Gral. Jean Pierre Boyer, líder haitiano que ejecutó la ocupación en este lado de la isla ocho años antes, había cerrado la universidad.  Debido al ambiente de terror que se vivía, el ataque a la cultura y el potencial que el padre de Duarte veía en el Prócer, Don Juan José decidió enviar a su hijo a estudiar al exterior.  Duarte emprendió un viaje al exterior con un amigo íntimo de la familia Duarte Diez, el Sr. Pablo Pujol, con unos 17 años de edad.  El Sr. Pujol era un comerciante catalán que tenía negocios en diferentes partes del mundo.  Aunque el destino final de Duarte era Barcelona, España donde residiría con familiares de su padre, para cursar estudios superiores, la travesía lo llevó a Estados Unidos, Inglaterra, Francia y, finalmente, España.  Esto permitió que Duarte tuviera una visión amplia del mundo y consolidó los ideales libertarios de nuestro Padre de la Patria. 

Juan Pablo Duarte fue influenciado por los movimientos libertarios de Estados Unidos y Europa: todos lucharon por disolver regímenes monárquicos-autoritarios que imponían voluntades de unos particulares sobre las mayorías.  Tradicionalmente, los historiadores dominicanos han resaltado sólo las influencias europeas sobre los ideales duartianos.  Por ejemplo, en “Manual de Historia Dominicana”, Frank Moya Pons afirma que Duarte llegó “vivamente impresionado por los movimientos liberales que tenían lugar en España e Inglaterra, donde, al igual que en Francia existía...una ola de liberalismo político...”  Así, los historiadores han rechazado la influencia del movimiento libertario en Estados Unidos de América (EEUU) a raíz de su independencia en 1776 y sus fundamentos ideológicos.

En “El Cristo de la Libertad,” Joaquín Balaguer resalta la influencia de la primera parada del famoso viaje de Duarte: Nueva York.  “Duarte, conquistado por el ruido de Nueva York y por el carácter norteamericano, se regocija de tal determinación y se dedica con ahínco a aprender la lengua inglesa.”  El Dr. Balaguer resalta que Duarte percibía que “cada persona se siente dueña de un imperio como si su fuero íntimo oyera fermentar las energías de una individualidad poderosa.”  Durante su estancia en Nueva York, Duarte estudia Geografía Universal por varias semanas bajo la tutoría de míster W. Davis, según se recoge en la obra de Balaguer.

El ordenamiento del Estado ideado por Duarte refleja un esquema presidencialista con poderes limitados, similar al sistema político estadounidense, y no uno parlamentario como en Europa.  La separación de poderes en Ejecutivo, Legislativo, Municipal y Judicial con dos cámaras legislativas es muy parecido al estadounidense.  El peso y contrapeso entre esos poderes son la base para limitar el poder político.  Similar al sistema estadounidense, el Senado representa demarcaciones políticas; Estados en el caso de EEUU y Provincias en el caso Dominicano.  En ambos casos a la cámara baja se eligen representantes por cantidad de población; Cámara de Diputados en nuestro caso y Cámara de Representantes en EEUU.  También, el Poder Judicial tiene la palabra final en la interpretación de las leyes y es quien tiene el poder de dictaminar si una ley se apega o no a la Constitución.  Por último, Duarte incluye el Poder Municipal en el ordenamiento del Estado para mantener el poder descentralizado, evitando un poder central fuerte; esto es similar al sistema estadounidense, donde existen Estados con sus propias autoridades y leyes, manteniendo el poder federal restringido.

En su Manual, Moya Pons resalta la influencia de la constitución estadounidense en la redacción de nuestra primera Constitución.  Aunque se incluye la idea de peso y contrapeso entre los poderes del Estado en todas las constituciones dominicanas debido a que el Estado se divide en tres poderes, en los hechos no se ha practicado ese sistema de poderes limitados; nunca se incluyó el Poder Municipal esbozado por Duarte para mantener el poder central restringido.  La lucha de intereses, autoritarismo y clientelismo han teñido nuestra historia desde el inicio de nuestra República, siendo el Poder Ejecutivo el que ha manejado mayor poder sobre los demás poderes del Estado.

A raíz de la discusión de nuestra primera Constitución, se creó un período de ingobernabilidad cuando Pedro Santana se oponía a aceptar una “ley de leyes” donde se establecían límites al Poder Ejecutivo y el Congreso sirviera de contrapeso.  Luego de intensas negociaciones y amenazas de Santana, se impuso el autoritarismo de éste: se otorgó poderes extraordinarios, supuestamente temporales, al Presidente “pudiendo dar todas las órdenes, providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad alguna.”  Desde esa Constitución del 6 de noviembre de 1844, el autoritaristmo y la preeminencia del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes del Estado han estado presentes.

El “Proyecto de Ley Fundamental” o Constitución de Juan Pablo Duarte refleja una marcada influencia de la Declaración de Independencia de EEUU, redactada por Thomas Jefferson, y de la Constitución de ese país, cuyo redactor principal fue James Madison;  como se sabe, Madison fue seguidor de Jefferson.  El “Proyecto de Ley Fundamental” o Constitución de Duarte es claro en cuanto al respeto a las leyes: Art. 1ero: “La ley es la regla a la cual deben acomodar sus actos, así los gobernados como los gobernantes.”  La misma debe ser “protectora y conservadora... de la vida, libertad, honor y propiedades individuales.” Art. 15: “...toda autoridad no constituida con arreglo a la ley es ilegítima y, por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligación de obedecerla.”  También es claro en cuanto a los límites que debe imponerse a gobernantes. Art. 17: “la nación dominicana...no es ni podrá ser jamás parte integrante de ninguna otra nación, ni patrimonio de familia ni de persona alguna propia...”  El exceso de poder ejercido por particulares ha hecho que los derechos y las leyes no sean respetados, limitando nuestro desarrollo en general.

Como Jefferson y Madison, Duarte entendía que todos somos iguales ante la ley y ésta debe ser protectora de  la vida, la libertad y propiedades individuales, derechos inalienables otorgados por nuestro Creador.  Para asegurar estos derechos, los ciudadanos delegan poder al Estado, el cual debe ser limitado y responsable ante los ciudadanos.  Para estos grandes pensadores, el poder reside en las personas y éstos otorgan parte al Estado para funciones muy específicas, por lo que ningún poder debe ser ilimitado.  Percibían al Estado como un instrumento para servir a la comunidad y no intereses particulares.  El respeto a la ley, la prudencia y protección de los derechos individuales eran ejes centrales de los ideales de Duarte, Jefferson y Madison.

En conclusión, existen similitudes en los ideales de Duarte y los fundamentos ideológicos que sirvieron en la fundación de Estados Unidos como Nación que no encontramos en los libros de historia dominicana.  La percepción general de que el pensamiento duartiano es determinado exclusivamente por los ideales liberales europeos, es un mito.  Según nuestras investigaciones, las influencias de la sociedad estadounidense, su movimiento libertario y los documentos que dieron razón de ser a esa Nación norteamericana fueron más importantes.  Esto no implica que rechacemos influencias de ideales liberales que se propagaron por toda Europa en las fechas que Duarte residió en ese continente, principalmente a raíz de la Revolución en Francia de 1830 que dio lugar a una monarquía constitucional.  La secuela de este episodio que sucedió el mismo año que Duarte estuvo en París están claramente documentados en los libros de historia y seguro que influyó en el pensamiento de Duarte; la Revolución de 1830 tuvo repercusión en todo el viejo continente.  Sin embargo, los ideales esbozados en el “Proyecto de Ley Fundamental” o Constitución de Duarte reflejan similitudes al sistema estadounidense que impresionan, incluyendo el ordenamiento del Estado con poderes independientes que sirven de peso y contrapeso, un sistema presidencialista con dos cámaras legislativas con representación y funciones muy parecidas, un poder judicial independiente y la inclusión del Poder Municipal con el fin descentralizar el poder.  La implantación de los ideales de Juan Pablo Duarte basados en el “imperio de la ley”, la limitación de poderes a los gobernantes y el respeto de los derechos a la vida, la libertad , el honor y propiedades individuales son los retos de nuestra generación.